Para lucir una piel suave, limpia y tersa debemos cuidarla constantemente y diario. Es de suma importancia reconocer que esto debe ser un hábito de vida, así como protegerla de las inclemencias del medio ambiente.
La piel no debe tratarse de manera aislada o esporádicamente, debido a que ésta cambia constantemente y hay que cuidarla de una manera regular. Así como cada día las personas se realizan limpieza bucal, se debería hacer una limpieza diaria de la piel, por esta razón debemos inculcarnos la necesidad de la limpieza diaria, en la mañana y noche, utilizando los productos adecuados y poniendo en práctica hábitos adecuados como:
- La tonificación, hidratación y nutrición de la piel.
- El ejercicio físico.
- La ingesta de agua (2 litros al día).
- La dieta equilibrada.
- La protección solar.
- Dormir de 6 a 8 horas diarias.
- Evitar el consumo de alcohol y de tabaco.
La utilización de exfoliantes y envolturas es una de las técnicas más antiguas que existen, ya que el ser humano, instintivamente, lo hace desde la prehistoria cuando se untaban barro, o bien, se frotaban el cuerpo con arena. La naturaleza es una gran despensa y farmacia que proporciona todo lo necesario, y aunque en algunos casos sus efectos son más lentos que los de los fármacos, generalmente son menos agresivos para el organismo, por lo tanto son más beneficiosos.
El estilo de vida al que se expone la piel en la actualidad no ayuda demasiado a la hora de conservarla sana. Las calefacciones, el aire acondicionado, la polución, la vida sedentaria, la comida rápida, el tabaco, el alcohol, el sol, el estrés son factores perjudiciales.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS EXFOLIANTES
Los exfoliantes son cosméticos cuyo fin primordial es retirar o eliminar de3 forma mecánica las células muertas más superficiales del estrato córneo, desobstruyendo de este modo los poros, pero también tienen otros beneficios para la piel:
- De inmediato la piel se muestra más lisa, más transparente y brillante.
- El color se aviva debido a la estimulación de la circulación sanguínea periférica.
- La estimulación sanguínea permite un aumento de la nutrición y oxigenación celular, retrasando los signos del envejecimiento.
- La reducción de parte del estrato córneo y la limpieza de poros, facilita la penetración de los activos contenidos en los cosméticos.
Por lo anterior, esto se ha convertido en un auténtico tratamiento de belleza en sí mismo y es un elemento fundamental en cualquier tratamiento facial y/o corporal.
El tratamiento exfoliante es un fenómeno de regeneración celular totalmente natural. Las células que han envejecido se eliminan por sí mismas, evitando la descamación y permitiendo que sea posible la penetración de los activos que se apliquen sobre la piel.
TIPOS DE EXFOLIACIÓN
Exfoliantes mecánicos
Estos cosméticos se caracterizan por tener una viscosidad suficiente para mantener las partículas abrasivas en suspensión y lubricante para permitir el buen deslizamiento del producto. De acuerdo con los elementos exfoliantes que se utilicen, se pueden clasificar en:
- Naturales:
- De origen animal (cáscaras de huevos, cubierta de crustáceos…)
- De origen vegetal (semillas de albaricoque, melocotón, cáscara de nuez, almendra…).
- De origen mineral (piedra pómez, caolín, cuarzo…)
- Síntéticos:
- Esferas o microesferas de polietileno, polipropileno, nylon, PVC, poliestireno.
La agresividad o la capacidad abrasiva de estos preparados, no solo depende de los elementos exfoliantes con los que están fabricados, también dependen de la concentración de los mismos, del tamaño de las partículas y de la forma de las mismas.
Es importante recalcar que una buena exfoliación mecánica puede realizarse con cepillos faciales y corporales, guantes o manoplas de crin, y esponjas naturales.
Exfoliantes químicos o peelings
Son sustancias capaces de reducir la cohesión entre los corneocitos produciendo la descamación de las células superficiales del estrato córneo, las más frecuentes son:
- Los alfahidroxiácidos (AHA). Los de uso más frecuente son: el ácido glicólico y el ácido láctico. Los de baja concentración producen una ligera descamación y se emplean en cosméticos hidratante. Los de concentración media son verdaderos exfoliantes y se utilizan en tratamientos de pieles grasas, acneicas o envejecidas con un aumento de espesor de la capa córnea y los de alta concentración están limitados al uso médico.
Es muy importante conocer la concentración del producto, la forma de aplicación y de eliminación, el tiempo de exposición indicado por el fabricante y seguir las instrucciones dadas por él. La exfoliación facial y corporal debe realizarse una vez cada quince días, con el fin de evitar el efecto rebote.
En los Spas y centros de belleza, los exfoliantes siempre van acompañados de otros productos, siguiendo un protocolo para tratar las problemáticas de la piel. Una visita semanal al Centro de Estética nos asegura una piel adecuadamente tratada para recibir los activos presentes en las cremas de uso diario.
Nuestra piel merece el mismo cuidado que otras partes de nuestro cuerpo.